Frases de Charles Spurgeon (Parte 2)
Frases de Charles Spurgeon (Parte 2)
¿Quién fue Charles Spurgeon?
Charles Haddon Spurgeon, (Kelvedon, 19 de junio de 1834 – Alpes Marítimos, 31 de enero de 1892) fue un pastor bautista británico. Aún es conocido por la gente como el “Príncipe de los Predicadores”.[2] Además, a lo largo de su vida, Spurgeon evangelizó alrededor de 10 millones de personas[3] y a menudo predicaba 10 veces a la semana en distintos lugares. Sus sermones han sido traducidos a varios idiomas y actualmente, existen más libros y escritos de Spurgeon que de cualquier otro escritor Cristiano de la historia de la iglesia
Frases:
Pecador:
La doctrina de la ‘elección’ no es un asunto del que debas preocuparte precisamente ahora. Comienza a leer tu Biblia en el Evangelio según Mateo, y mira allí cómo se te ordena que te arrepientas y cómo se te invita a venir a Cristo. Cuando hayas hecho eso, puedes proseguir con las Epístolas y leer acerca de la ‘elección’ y de todas las demás doctrinas de la gracia, pero tu primera prioridad es arrepentirte del pecado y creer en el Señor Jesucristo. – C. H. Spurgeon
Esta es la doctrina que predicamos: que si un hombre se salva, todo el honor se debe dar a Cristo, pero si un hombre se pierde, toda la culpa la va a colocar sobre sí mismo. Usted encontrará toda verdadera teología resume en estas dos frases cortas, la salvación es toda la gracia de Dios, la condenación es todo de la voluntad del hombre. -C.H Spurgeon
“Pecadores, permítanme dirigirme a ustedes con palabras de vida: Jesús no necesita nada de ustedes, absolutamente nada, no quiere que hagan nada, no quiere que sientan nada; él da tanto el trabajo como el sentimiento. Harapientos, menesterosos, tal como están, perdidos, abandonados, desolados, sin ningún buen sentimiento y sin ninguna esperanza, en esa condición viene Jesús a ustedes, y con estas palabras compasivas se dirige a ustedes: “Al que a mí viene, no le echo fuera”. Si tú crees en Él, jamás serás condenado.” -Charles Haddon Spurgeon
“Creo que es anti-cristiano y profano para cualquier cristiano vivir con el objeto de acumular riqueza. Usted dirá: “¿No debemos esforzamos todo lo posible para conseguir todo el dinero que podemos?” Usted puede hacerlo. No puedo dudar, excepto que, al hacerlo, usted puede hacer un servicio a la causa de Dios. Pero lo que dije fue que vivir con el objeto de acumular riqueza es anti-cristiano.” – Charles Spurgeon
Quienes hacen a un lado la autoridad de nuestro Señor pueden muy bien rechazar nuestro testimonio: no nos preocupa que lo hagan. Pero si nosotros decimos eso que la boca del Señor ha dicho, quienes oigan Su palabra y la rechacen, lo hacen bajo su propio riesgo. La afrenta se le hace, no al embajador, sino al propio Rey; no a nuestra boca, sino a la boca de Dios, de Quien procede la verdad. – Charles Spurgeon.
Amados hermanos, debido a que la boca del Señor ha dicho la verdad de Dios, nosotros nos esforzamos por predicarla con absoluta fidelidad. Repetimos la Palabra como un niño repite su lección. No nos corresponde a nosotros corregir la revelación divina, sino simplemente repetirla. Yo no creo que sea mi oficio traerles mis propios pensamientos nuevos y originales; sino más bien decir: “Y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.” Creyendo que “la boca de Jehová lo ha dicho,” es mi deber repetirla para ustedes tan correctamente como pueda, habiéndola oído y sentido en mi propia alma. No me corresponde a mí corregir o adaptar el Evangelio. ¡Cómo! ¿Acaso intentaremos mejorar lo que Dios nos ha revelado? ¿Acaso el Infinitamente Sabio puede ser corregido por criaturas de un día? ¿Acaso la revelación infalible del infalible Jehová puede ser formada, moderada, y amortiguada para adaptarla a las modas y a los caprichos de la hora? Que Dios nos perdone si hemos alterado jamás Su Palabra inconscientemente; conscientemente no lo hemos hecho, ni lo haremos. – Charles Spurgeon.
“Nosotros predicamos a Cristo,” dijo el apóstol, “a Cristo crucificado.” Y creo que si el predicador va a dividir con precisión la Palabra, le dirá al pecador: “pecador, Cristo murió, Cristo resucitó, Cristo intercede. Míralo a Él. En cuanto a las difíciles interrogantes y puntos finos, hazlos a un lado por un tiempo. Tú los discutirás más tarde, en la medida que sean provechosos para ti, pero por el momento, creer en el Señor Jesucristo es el asunto principal.” El predicador debe así separar lo vital de lo secundario, lo práctico de lo especulativo y lo que apremia y es inmediato de lo que puede ser legalmente diferido. Y en ese sentido él dividirá con precisión la Palabra de verdad. – Charles Spurgeon.
Pecador, tú que no crees en Jesús, nada de esto es tuyo. Mientras permanezcas como eres, las amenazas son todas tuyas. Si rehúsas creer en Jesús, ni esta vida ni la que viene es tuya, ni el tiempo, ni la eternidad. Tú no tienes nada bueno. Oh, cuán terrible es tu porción ahora, pues la ira de Dios está sobre ti. ¡Oh, que tú fueras sabio, que tu carácter pudiera ser cambiado, pues hasta que haya sido cambiado, no nos atrevemos a halagarte: no hay ni una sola promesa para ti, ni una sola frase de aprobación. Tú tienes tus alimentos para comer y tus vestidos para cubrirte, pero aun eso te es dado por la abundante misericordia de Dios y se puede convertir en una maldición para ti a menos que te arrepientas. Lamento mucho traerte un mensaje así, pero debo ser honesto contigo. Eso es todo lo que puedo darte. Dios lo ha dicho, y es una terrible sentencia: “maldeciré vuestras bendiciones.” Oh, pecador, la maldición del Señor está en la casa de los impíos. – Charles Spurgeon.
Oh, amados hermanos, hay algo que temo más que cualquiera otra cosa, que maneje la Palabra de Dios de manera de persuadir a algunos de ustedes que son salvos cuando no lo son. Juntar a un gran número de personas que profesan es una cosa; pero tener un gran número de verdaderos santos edificados conjuntamente en Cristo es algo completamente diferente. – Charles Spurgeon.
Quien habla acerca de la fe, y no tiene obras que prueben que su fe es una fe viva, se miente a sí mismo y miente ante Dios. Es la fe la que nos salva, no las obras, pero la fe que salva siempre produce obras: renueva al corazón, cambia el carácter, tiene influencia sobre los motivos y es el instrumento en la mano de Dios para hacer del hombre una nueva criatura en Jesucristo. – -Charles Spurgeon.
“Supongan que un mendigo usando guantes blancos de piel fina se acercara a la casa de alguien diciendo que tiene mucha necesidad y que necesita una limosna. ¿Le servirían de recomendación sus guantes blancos para mover a alguien a la caridad?, ¿Podrá servirle de recomendación para lograr limosna un lindo sombrero nuevo que se compró esta mañana? ‘No’, dirías: ‘¡Eres un miserable impostor!; no necesitas nada, y no obtendrás nada; ¡fuera de aquí!’ El mejor distintivo de un mendigo son los harapos; y el mejor ropaje para un pecador que vaya a Cristo, es ir tal cual es, sin otra cosa que rodeado de pecado.” – Charles H. Spurgeon
”Hubo un tiempo en que necesité evidencias para creer en el Señor Jesucristo, pero ahora le conozco tan bien, por experimentarlo, que necesitaría muchas evidencias para que dudase de Él. Ahora es más natural para mi confiar que desconfiar: esto es la nueva naturaleza triunfando; no fue así al principio. Al comenzar, la historia de la fe es una fuente de debilidades; pero confianza tras confianza vuelven la fe un hábito. Experiencia trae a la fe una fuerte confirmación.” – Charles Haddon Spurgeon.
El diablo pocas veces ha hecho algo más inteligente, sugiriendo a la iglesia que parte de su misión es proveer entretenimiento para las personas, con el fin de ganarlos. De haber predicado el evangelio, la iglesia ha ido gradualmente suavizando su testimonio, luego parpadeó y excusó las frivolidades de la época. Luego la iglesia los toleró dentro de sus fronteras. Ahora ella los ha adoptado bajo el pretexto de alcanzar a las masas.
… En vano será buscado en las epístolas para encontrar algún rastro del “evangelio del entretenimiento” El mensaje de ellas es “salid de en medio de ellos y apartaos… No toquéis sus cosas inmundas” Cualquier cosa que se acerca al entretenimiento brilla por su ausencia. Ellos tuvieron confianza sin límites en el evangelio y no utilizaron ninguna otra arma.
… La necesidad de esta hora para el ministerio de hoy es la espiritualidad ferviente unida con la doctrina bíblica, así entendida y sentida, se hacen a los hombres de fuego. [Tomado de: “La Misión del Diablo de Entretener” por Archibald Brown, un estudiante del pastor Charles Spurgeon. Traducción: Guillermo de Lama]
“Jesús no murió por nuestra justicia sino por nuestros pecados. No vino a salvarnos porque merecíamos ser salvos, sino porque éramos enteramente indignos, arruinados, inútiles. No vino al mundo por alguna buena razón que hubiera en nosotros, sino exclusivamente por las razones que hallaba en las profundidades de su amor divino”. – Charles Spurgeon
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Solo a Dios sea la Gloria.
Pues leer la 1ra parte de las frases de Spurgeon aquí: Frases de Charles Spurgeon (Parte 1)
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