Soldado de Jesucristo

Soli Deo Gloria

By

“Esclavo” de JOHN MACARTHUR (Parte 1)

Notas extraídas de la lectura del libro “Esclavo” de JOHN MACARTHUR (Parte 1)

 Elogios para “Esclavo”

Portada del Libro

Portada del Libro

«Experta y claramente, John MacArthur afirma que Jesús nos libera de un cautiverio para, al llegar a ser su posesión, trasladarnos a una esclavitud de realeza. Quienes quieren ser sus hijos deben de estar dispuestos a ser sus esclavos».

—Dr. R. C. Sproul

«Gran parte de nuestro caminar cristiano se centra en el “yo”; ¿cómo esta tendencia depurará mi fe, mejorará mi carácter o se ajustará a un patrón que me beneficie? Con frecuencia, cuando los creyentes hablan de un Salvador personal, se están refiriendo a un Salvador que está personalmente interesado en su salud, en sus éxitos y en sus realizaciones. Sin embargo, tal visión no podría estar más lejos de la verdad. En este nuevo libro, John MacArthur presenta una perspectiva poderosamente fascinante y reveladora de nuestra relación con el Señor Jesús. ¿Quiere alcanzar un nivel nuevo de confianza en su Amo? Entonces, ¡este libro es para usted!»

—Joni Eareckson Tada, Joni and Friends International Disability Center

 

 

 «El doctor John MacArthur nunca ha tenido problemas para decir la verdad y es lo que vuelve a hacer en este libro. El gran privilegio del cristiano es ser esclavo de Cristo. El doctor MacArthur lo pone en términos tan claros que resulta ser una de las formas más concisas de la Biblia para describir nuestro discipulado. Se trata de una exposición contundente de la Escritura; un correctivo convincente, correctiva al cristianismo superficial; una palabra magistral de aliento pastoral… un devocional clásico».

Dr. R. Albert Mohler Presidente del Southern Baptist Theological Seminary

Notas del Libro:

Ignacio, un pastor de Antioquía y discípulo del apóstol Juan. Al ser condenado a muerte en Roma (cerca del año 110 a.d.), Ignacio escribió: «No es que quiera simplemente que me llamen cristiano sino realmente serlo. Sí, si pruebo ser uno (siendo fiel hasta el final), entonces puedo tener el nombre… Ven fuego, cruz, batalla con bestias salvajes, dislocadura de huesos, mutilación de extremidades, trituración de todo mi cuerpo, torturas crueles del diablo, ¡solo déjame llegar a Jesucristo!» (Ignacio, Epístola a los Romanos, 3, 5, 6, citado en Cyril C. Richardson Early Church Fathers  [Louisville, KY: Westminster John Knox Press, 1953], pp. 104–5).

————–

Cuando nosotros mismos nos llamamos cristianos, proclamamos al mundo que todo sobre nosotros, incluyendo nuestra identidad perso­nal misma, se cimenta en Jesucristo porque nos hemos negado a noso­tros mismos para seguirlo y obedecerlo.

**************

El Nuevo Testamento refleja esta perspectiva, ordenando a los creyentes a someterse a Cristo completamente y no solo como siervos contratados o empleados espirituales, sino como quienes pertenecen por entero a Él.

————–/

En lugar de enseñar el evangelio del Nuevo Testamento, donde se llama a los pecadores a someterse a Cristo, el mensaje contemporáneo es exactamente lo opuesto: Jesús está aquí para cumplir todos tus deseos.

*************-

Equiparándolo a un ayudante personal o a un entrenador particular, muchos asistentes a las iglesias hablan de un Sal­vador personal que está deseoso de cumplir sus peticiones y ayudarlos en sus esfuerzos de autosatisfacción o logros personales.

************-

Él es el Amo y Dueño. Nosotros somos su posesión. Él es el Rey, el Señor y el Hijo de Dios. Nosotros somos sus objetos y sus subordinados. En una palabra, nosotros somos sus esclavos.

—————-/

El evangelio no es una simple invitación a ser un asociado de Cristo; es un mandato a conver­tirse en su esclavo.

—————/

El cristianismo verdadero no es sumar a Jesucristo a mi vida. Más bien, es dedicarme yo mismo por completo a Él, sometiéndome entera­mente a su voluntad y procurando agradarlo por encima de todo. Esto demanda la muerte propia y seguir al Amo, sin importar el costo. En otras palabras, ser cristianos es ser esclavos de Cristo.

——————/

El discipulado, como la esclavitud, impli­ca una vida de autonegación, una disposición humilde con respecto a los otros, una devoción incondicional solo al Amo, una disposición a obedecer sus mandamientos en todo, un ansia por servirle incluso en su ausencia y una motivación que viene de saber que Él está satisfecho.

————–/

La sumisión al señorío de Cristo, una actitud del corazón que por sí misma se desarrolla en obediencia a Él, es el marco que define a aquellos convertidos genuinamente.

—————/

Aquellos que afirman pertenecer a Cristo pero persisten en patro­nes de desobediencia traicionan la realidad de esa profesión.

****************-

No importa si se recompensa o no nuestra fideli­dad en esta vida. Un día nos pararemos delante de Cristo para recibir la recompensa total.

*************-

Jesucristo, no el papa, es la cabeza de la iglesia.

****************-

La arrogancia inherente al sistema papal era tal que Lutero puntualizó: «Estoy convencido que si en este momento, San Pedro en persona defendiera todos los artículos de las Sagradas Escrituras y solo negara la autoridad, el poder y la primacía papal y dijera que el papa no es la cabeza de toda la cristiandad, ellos lo mandarían a la horca. Sí, si Cristo mismo estuviera nuevamente en la tierra y predicara, sin duda alguna el papa lo crucificaría de nuevo».

—————/

De todos los sueños que alguna vez engañaron a los hombres y probablemente de todas las blasfemias que alguna vez se pronunciaron, no ha habido una más absurda y más productiva en todo tipo de problemas que la idea de que el obispo de Roma pueda ser la cabeza de la iglesia de Jesucristo. No, estos papas mueren y ¿cómo podría vivir la iglesia si muriera su cabeza? La cabeza verdadera siempre vive y la iglesia siempre vivió en Él. Charles Spurgeon.

 

Próximamente publicaré más partes de las notas personales que hice de este libro, desde ya estoy recomendado su lectura.   Ya puedes leer  la Segunda Parte y Tercera Parte de las Notas.

Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos!...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.