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“Verdad en Guerra” del pastor John MacArthur. Parte 2

Notas personales tomadas del libro titulado: “Verdad en Guerra” del pastor John MacArthur. Parte 2

 

Portada del Libro

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Notas extraídas del libro Parte 2:

 

  • Nosotros tenemos el deber de sostener la verdad y esgrimir la Espada de la Palabra de Dios contra toda especulación humana y cada hipótesis palabrera que se levante contra el conocimiento de Dios.

 

  • Sin considerar cuan amigables, benignos o modestos puedan parecer , estos lobos vestidos de ovejas son invariablemente conducidos por el mal y por motivos de engrandecimiento propios, tales como el orgullo, la rebelión, la gula, la lujuria, o lo que sea.

 

  • La falsa enseñanza ataca a la iglesia como un parásito, afectando nuestro testimonio corporativo, inoculando a la gente en contra de la verdad real del evangelio, proliferando a los “discípulos” falsos y con poco entusiasmo y llenando a la iglesia de personas que son realmente incrédulas.

 

  • Los cristianos de esta época no se preocupan por el predominio de la falsa doctrina ni toma en serio su deber de pelar contra la apostasía. En cambio, ellos desean un clima amigable de aceptación abierta para todos, tolerancia de ideas opuestas, y diálogo creativo con los apóstatas.

 

  • Los evangélicos siempre han resistido la presión de poner las buenas obras por encima de la sana doctrina, insistiendo que las buenas obras son el fruto de la fe, nunca un sustituto válido de ella

 

  • Muchos en el movimiento evangélico han estado actuando por un largo tiempo  como si nuestro deber principal fuera copiar la moda de la cultura mundana, a fin de ganar la aprobación de cada generación exitosa.

 

  • No existe ningún motivo para el temor o la aprensión. Nuestro triunfo es cierto finalmente, porque Cristo ya ha ganado la máxima victoria en nuestro nombre.

 

  • Más allá de que estén conscientes o no de eso, los falsos maestros son satánicos misioneros enviados para crear más apostasía.

 

  • Un apóstata es alguien que ha recibido la luz pero no la vida, la semilla pero no el fruto, la Palabra escrita pero no la Palabra viva, la verdad pero no un amor por la verdad. (2 Tes. 2.10)

 

  • Los apóstatas existen en gran abundancia, enseñando mentiras, popularizando falsedades, reinventando doctrinas esenciales y hasta redefiniendo la verdad misma. Ellos parecen estar en toda la  cultura evangélica de hoy día, comerciando con el evangelio.

 

  • Para permanecer fiel a la verdad, a veces es necesario “hacer la guerra” dentro de la iglesia, especialmente cuando los enemigos de la verdad que posan como hermanos y creyentes están contrabandeando sigilosamente una peligrosa herejía.

 

  • No necesitamos un gurú iluminado que nos abra los misterios de la fe. La verdad fue dada por Dios para toda la iglesia, intacta y una vez para siempre.

 

  • Un diálogo amigable puede sonar afable y agradable. Pero ni Cristo ni los apóstoles enfrentaron alguna vez el error serio y destructor creando relaciones amistosas con los falsos maestros.

 

  • La Escritura es clara acerca de cómo debemos responder cuando los mismos fundamentos de la verdad de la fe cristiana están bajo ataque, y Judas lo afirma brevemente: Contender eficazmente por la fe  es nuestra tarea obligada.

 

  • Nunca debemos suponer que cosas como la reputación del maestro, lo afectuosa que sea su personalidad o la mayoría de la opinión acerca de él son barómetros perfectamente seguros de si su enseñanza es realmente peligrosa o no.

 

  • Desde el inicio de la iglesia, todos los ataques espirituales más mortales en contra del evangelio provienen de personas que pretendieron ser cristianas, no de ateos ni de agnósticos de afuera.

 

  • Necesitamos permitirle a la escritura que reprenda y corrija el espíritu de nuestro tiempo, y nunca viceversa.

 

  • La apostasía que corrompe el evangelio es el más siniestro de todos los males. No solamente oculta la propia esencia de la verdad  a aquellos que realmente la necesitan, sino que también engendra más y más iniquidad.

 

  • Los falsos maestros mismos sin personas que ya han visto la verdad y la han rechazado. Ellos son mortíferos, hijos de destrucción, hijos de ira marcados para el juicio.

 

  • Cada acto pecaminoso proviene de la criatura caída, nunca de Dios.

 

  • La voluntad de pecar siempre proviene del propio corazón del pecador, no de Dios. Él nunca es el autor o la causa efectiva de la maldad.

 

  • No debemos permitir que tales falsos maestros permanezcan sin ser molestados, dentro de la iglesia, llamándose cristianos a sí mismos, expandiendo sus falsas doctrinas.

 

  • Cuando atacamos las mentiras de un máximo apóstata con la verdad, estamos haciendo la obra de Dios. No hay necesidad de guardarse nada. Manejar la falsa doctrina con guantes de niño nunca es una buena táctica.

 

  • Los desacuerdos honestos entre hermanos verdaderos nunca deberían escalar el combate mortal.

 

Próximamente estaré publicando más notas que extraje de este libro, así que estén pendientes, ya pueden leer la Primera Parte.

 

John MacArthur es el presidente de TheMaster’sSeminary y pastor de la iglesia Grace CommunityChurch. Sus predicaciones en el programa de radio Gracia A Vosotros son escuchados alrededor del mundo. Él y su esposa Patricia tienen cuatro hijos y quince nietos.

Si quieres leer otros artículos del pastor John MacArthur puedes hacerloen este enlace. También te recomiendo leer las notas que estaré publicando del libro “Esclavo” también escrito por el pastor John MacArthur.

 

 

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