Soldado de Jesucristo

Soli Deo Gloria

By

“La Raíz de los Justos” del autor A. W. Tozer. Parte 2.

Notas personales extraídas del libro “La Raíz de los Justos” del autor A. W. Tozer. Parte 2.

 Portada

 

La gran necesidad de esta hora entre las personas espiritualmente hambrientas es doble: la primera necesidad es conocer las Escrituras, aparte de las cuales no hay quien encuentre la verdad salvífica que haya avalado nuestro Señor; la segunda necesidad es ser iluminado por el Espíritu Santo, sin el cual es imposible comprender las Escrituras.

 

El esfuerzo de los liberales y los modernistas limítrofes o moderados de buscar y atraer a los hombres a Dios presentándoles el lado blando y suave de la religión  es un mal absoluto, porque pasa por alto la razón misma por nuestra enemistad con Dios en primer lugar. Hasta que el corazón del hombre no le perturbe, es probable que no se libre de sus problemas con Dios.

 

El ardid o treta de engañar a la gente asustándola e intimidándola a aceptar a Cristo amenazándolas atómicas y misiles, no es escritural, ni tampoco es efectivo. Encendiendo petardos de fuego artificial en la cara del rebaño de las cabras, presumiblemente, podría conseguir acorralarlas en el corral de las ovejas; pero todo el temor natural del mundo no podría convertir una cabra en oveja. Tampoco el temor de una invasión rusa puede cambiar  a los hombres impenitentes en amantes de Dios y la justicia. Sencillamente no funciona así.

 

No nos cabe duda alguna que la enseñanza de la salvación sin arrepentimiento ha bajado las normas y el nivel moral de la iglesia y ha producido una multitud de maestros religiosos engañados que erradamente se creen salvos, cuando en realidad están en hiel de amargura y en prisión de maldad.

 

A la gente se le debe decir que la religión cristiana no es algo con que bromear ni burlarse. La fe de Cristo mandará y tendrá el control del individuo, o no tendrá nada que ver con él.

 

El único hombre que puede asegurar que tiene la verdadera fe de la Biblia es el que se ha colocado así mismo en una posición que no puede regresar atrás. Su fe es el resultado de un encarcelamiento eterno e irrevocable y sin embargo cuando es fuertemente tentado siempre dice “Señor, a quien iremos? Solo tú tienes palabras de vida eterna”

 

Para muchos cristianos, Cristo no es más que una idea, o a lo mucho un ideal, Él no es un hecho. Millones de creyentes profesantes hablan como si Jesucristo fuera real y actúan como si no lo fuera.

 

Muchos de nosotros los cristianos nos hemos vuelto peritos diestros y hábiles en arreglar nuestras vidas para que podamos admitir la verdad del cristianismo sin vernos en la situación desconcertante, inquietante y perturbadora de aceptar sus implicaciones.

 

La fe falsa siempre deja expedito un camino  de retirada para que le sirva en caso que Dios fallara. La fe verdadera conoce un solo camino y con gozo permite que se le despoje de un segundo camino alterno o substitutos provisionales temporales.

 

Lo que se necesita con suma urgencia son grupos, compañías y congregaciones de cristianos que estén preparados para confiar en Dios de manera total y absoluta ahora, tal como saben que tendrán que hacerlo en el día postrero.

 

Para cada uno de nosotros, sin lugar a dudas, nos sobrevendrá el día cuando no tengamos a nadie ni nada más que a Dios. La salud y las riquezas, y las amistades, y todos los escondites serán barridos y tendremos únicamente a Dios. Para el hombre de una seudo – fe, eso es un pensamiento aterrador, pero para la fe real es el pensamiento más consolador que pueda albergar el corazón.

 

Existe un mal que he visto bajo el sol y cuyo  efecto en el cristianismo puede ser más destructivo que el comunismo, romanismo y liberalismo combinados. Es la evidente disparidad entre la teología y la práctica que entre los que profesan el Cristianismo.

 

Un observador inteligente de nuestras escena humana que escuchara un sermón el domingo por la mañana y más tarde observara la conducta del domingo por la tarde de aquellos que lo hubieran oído llegaría a la conclusión que estaba examinando dos religiones distintas y contrarias.

Es habitual que los cristianos sollocen y oren por las hermosas verdades, para después apartarse y retractarse de esa misma verdad cuando llega el difícil momento de hacer el trabajo y ponerlo en práctica.

 

Por cierto que al no cristiano no se le puede culpar demasiado si éste se vuelve disgustado en contra de la invitación del evangelio después que ha estado expuesto por algún tiempo a las actitudes inconsecuentes de aquellos de sus conocidos que profesan seguir a Cristo. El efecto mortal de los religiosos falsos sobre la mente humana está más allá de los que pudiéramos describir.

 

En ese grande y terrible día cuando las acciones de los hombres sean escudriñadas por los ojos penetrantes del Juez de toda la tierra, ¿qué contestaremos cuando se nos culpe con las inconsistencias e inconsecuencias y el fraude moral? Y ¿a la puerta de quién pondremos la culpa por los millones de perdidos quienes, mientras vivían en la tierra, se sintieron fastidiados hasta hastiarse de la repugnancia por el disfraz y la parodia religiosa que conocieron en el nombre del Cristianismo?

*A. W. Tozer fue pastor, escritor y editor autodidacta, y sus poderosos mensajes siguen conmoviendo los corazones y despertando las almas de los creyentes de hoy en día. Fue autor de más de 40 libros, entre ellos Diseñador para adorar, Fe auténtica, Fe más allá de la razón y la verdadera vida cristiana.

 Frase de Tozer

En los próximos días estaré publicando las otras partes de este libro del pastor Tozer, recomiendo mucho su obra, a puedes leer y compartir la Primera Parte de las Notas.

 

Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos!...

One Response to “La Raíz de los Justos” del autor A. W. Tozer. Parte 2.

  1. Tozer uno de los seguidores de Jesus , por lo tanto su obra es valiosa para el Reyno de Dios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.