El conocimiento del Dios santo J.I.Paker
Como se va haciendo común en el blog, he decidido publicar las notas personales que extraigo de las lecturas que hago, en esta ocasión es el turno de un clásico espiritual, un libro escrito por J.I. Paker, sin dudas es uno de los libros que Dios ha usado para fortalecer mi vida espiritual, lo recomiendo de manera resuelta, cada cristiano debería leer esta obra monumental.
Solo a Dios sea la gloria.
Notas personales extraídas del libro: “El conocimiento del Dios santo” de J.IPaker
- La ignorancia de Dios -ignorancia tanto de sus caminos como de la práctica de la comunión con él- está a la raíz de buena parte de la debilidad de la iglesia en la actualidad.
- La tendencia moderna para con Dios es la de mantenerlo a la distancia, sino a negarlo totalmente; y lo irónico está en que los cristianos modernos, preocupados por la conservación de prácticas religiosas en un mundo irreligioso, han permitido ellos mismos que Dios se haga remoto.
- Las ideas sobre la muerte, la eternidad, el juicio, la grandeza del alma, y las consecuencias perdurables de las decisiones temporales, están todas pasadas de moda para los modernos, y es triste comprobar que la iglesia cristiana, siguiendo la misma tendencia, en lugar de alzar su voz para recordar al mundo lo que está siendo olvidado, se ha acostumbrado a darle muy poco lugar a estos temas. Pero estas capitulaciones ante el espíritu moderno resultan suicidas por lo que concierne a la vida cristiana.
- La incertidumbre y la confusión en cuanto a Dios que caracteriza a nuestra época es lo peor que hemos conocido desde que la teosofía gnóstica intentó tragarse al cristianismo en el siglo dos.
- El que con frecuencia piensa en Dios, tendrá una mente más amplia que el hombre que se afana simplemente por lo que le ofrece este mundo estrecho.
- La contemplación de Cristo proporciona un bálsamo para toda herida; la meditación sobre el Padre proporciona descanso de toda’ aflicción; y en la influencia del Espíritu Santo hay bálsamo para todo mal.
- El que descuida el estudio de Dios se sentencia a sí mismo a transitar la vida dando tropezones y errando el camino como si tuviera los ojos vendados, por así decido, sin el necesario sentido de dirección y sin comprender lo que ocurre a su alrededor. Quien obra de este modo ha de malgastar su vida y perder su alma.
- Dios ha hablado al hombre, y la Biblia es su palabra, la que nos ha sido dada para abrir nuestros entendimientos a la salvación.
- Dios es Señor y Rey sobre su mundo; gobierna por sobre todas las cosas para su propia gloria, demostrando sus perfecciones en todo lo que hace, a fin de que tanto hombres como ángeles le rindan adoración y alabanza
- Dios es Salvador, activo en su amor soberano mediante el Señor Jesucristo con el propósito de rescatar a los creyentes de la culpa y el poder del pecado, para adoptarlos como hijos, y bendecirlos como tales.
- Dios es trino y uno; en la Deidad hay tres personas, Padre, Hijo, y Espíritu Santo; y en la obra de salvación las tres personas actúan unidas, el Padre proyectando la salvación, el Hijo realizándola, y el Espíritu aplicándola.
- La santidad consiste en responder a la revelación de Dios con confianza y obediencia, fe y adoración, oración y alabanza; sujeción y servicio. La vida debe verse y vivirse a la luz de la Palabra de Dios. Esto, y nada menos que esto, constituye la verdadera religión.
- A los corintios, que habían dado por sentado que cuanto más hablaran en lenguas tanto mejor, y tanta más piedad demostrarían también, Pablo tuvo que recalcarles insistentemente que sin amor -santificación, semejanza a Cristo- las lenguas no valían absolutamente nada (I Cor. 13: 1ss).
- El avivamiento consiste en que Dios restaure en el seno de una iglesia moribunda, de un modo fuera de lo común, las normas de vida y experiencia cristianas que para el Nuevo Testamento son enteramente comunes; y la actitud adecuada del que desea el avivamiento se ha de expresar, no en la apetencia del don de lenguas (en última instancia no tiene ninguna importancia si hablamos en lenguas o no) sino más bien en un ferviente anhelo de que el Espíritu derrame el amor de Dios en nuestro corazón con más poder. Porque es con esto con lo que comienza el avivamiento personal, y es por medio de esto que el avivamiento en la iglesia, una vez iniciado, se mantiene.
- La expresión “Dios es amor” no encierra la verdad total acerca de Dios en lo que respecta a la Biblia.
- No se trata de una definición abstracta y aislada sino de un resumen, desde el punto de vista del creyente, de lo que toda la revelación que aparece en la Escritura nos dice acerca de su Autor. Esta afirmación presupone todo el resto del testimonio bíblico acerca de Dios. El Dios del que habla Juan es el Dios que hizo el mundo, el que lo juzgó con el diluvio, el que llamó a Abraham y lo hizo nación, el que castigó al pueblo del Antiguo Testamento mediante su conquista, cautiverio, y exilio, el que envió a su Hijo a salvar al mundo, el que desechó al Israel incrédulo, el que poco antes de que Juan escribiese destruyó a Jerusalén, y el que algún día habrá de juzgar al mundo con justicia. Es este Dios, dice Juan, el que es amor. Es perverso citar la declaración de Juan, como lo hacen algunos, como si con ella pusiera en tela de juicio el testimonio bíblico de la severidad de la justicia de Dios. No es posible argumentar que un Dios que es amor no puede ser al mismo tiempo un Dios que condena y castiga la desobediencia; porque es precisamente del Dios que hace estas cosas que habla Juan.
En los próximos días estaré publicando más partes de las notas que tomé de este libro.
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