Jesús no es Grande… es Único
Por John Stott.
¿Cómo deberíamos responder al espíritu del pluralismo? Con gran humildad, espero, y sin atisbo alguno de superioridad personal. Pero debemos seguir declarando el carácter único y definitivo de Jesucristo.
Él es único en su encarnación (el único y solo Dios–hombre); único en su expiación (solo el murió por los pecados del mundo);y único en su resurrección (solo el venció la muerte).
Y debido a que en ninguna otra persona sino solamente en Jesús de Nazaret Dios se hizo hombre (en su nacimiento), cargó con nuestros pecados (en su muerte), y finalmente triunfó sobre la muerte (en su resurrección), Jesús es el único competente para salvar a los pecadores. Ninguna otra persona posee esas calificaciones.
Podemos hablar sobre Alejandro el Grande, Carlos el Grande y Napoleón el Grande, pero no podemos referirnos a Jesús el Grande. Él no es Grande, él es Único. No hay nadie como él. No tiene rival ni sucesor.
Fuente: El discípulo radical, por John Stott p. 18 -19
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