No te engañes, la persecución va a venir
Por Wiliam Gurnall*
No te engañe la paz presente de los cristianos. No sabemos cuándo se puede presentar una gran persecución de la Iglesia. A veces el invierno llega temprano, ¿y a quién le supone mayor problema? Seguramente a aquel que recibió la Palabra en la prosperidad sin hacer provisiones para el mal tiempo.
¿Qué temes? ¿La prisión o la tortura? Consuélate. Si eres demasiado débil para soportarlas nunca serás llamado a este camino.La garantía escrita de Dios dice: “Fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir” (1 Co. 10:13).
Cuando el pueblo de Dios abandonó Egipto, él los llevó por el camino más largo. ¿Por qué? ¡A causa de su debilidad! “Porque dijo Dios: Para que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y se vuelva a Egipto” (Ex. 13:17). Sabía que no estaban listos para la guerra, y no se la permitió hasta que tuvieron fuerzas para soportarla.
Por otra parte, si Dios te llama a pruebas duras, su promesa te absuelve de toda responsabilidad:
Mas cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar. Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros (Mt. 10:19-20).
No hay boca que Dios no pueda hacer elocuente, ni espalda tan débil que no la pueda reforzar. Él ha prometido acompañarte adonde te obliguen a ir tus enemigos: ni fuego ni tormenta te podrán apartar del Padre. Estas promesas forman una almohada tan suave para los creyentes que muchos han experimentado un descanso milagroso aún siendo cruelmente maltratados por sus enemigos. Un cristiano perseguido fechó una carta“desde el jardín delicioso de su prisión”; otro firmó como“tu tierno amigo, que alegremente se encamina hacia el Cielo”. Gente así, lejos de compadecerse por sus sufrimientos, ha indicado principalmente su contrariedad por no poder expresar mayor gratitud. ¿De dónde proceden esta fuerza y este gozo sobrenaturales?
¡El Espíritu Santo les ha aplicado las promesas de Dios en su necesidad!
Fragmentos extraídos del libro: “El cristiano con toda la armadura de Dios” de William Gurnall p. 826 – 827
*Sobre este libro del puritano Gurnall el predicador Charles Spurgeon escribió: “La obra de Gurnall no tiene igual y es valiosísima. Cada una de sus líneas está llena de sabiduría; cada frase es sugestiva. Esta“Armadura completa” es, por encima de todo, un libro de predicador. Tiendo a pensar que habrá sugerido más sermones que ningún otro volumen no inspirado. A menudo he recurrido al mismo cuando mi propio fuego ardía bajo, y pocas veces he dejado de encontrar algún carbón encendido en el hogar de Gurnall”.
Vengan las pruebas y los desafíos, siempre que el Victorioso valla al frente. Amén y Amén