Caminando con Dios de J. C. Ryle (Parte 1)
En esta ocasión les dejo con las notas que extraje de un folleto del obispo J. C. Ryle que recién terminé de leer, es un gozo y un reto tremendo leer los escritos de Ryle, recomiendo mucho sus escritos.
Notas extraídas:
– Por naturaleza somos tan débiles, terrenales, mundanos y pecaminosos que sin un cambio completo en lo interior, no podemos servir a Dios en esta vida, y no podremos disfrutar de Él en el cielo.
– ¿Tiene usted una sensibilidad y odio hacia el pecado? ¿Tiene usted fe en Cristo y amor a Él? ¿Ama usted la santidad y anhela ser más santo? ¿Encuentra usted en sí mismo un amor creciente por el pueblo de Dios y un disgusto por el camino del mundo? Estas son las evidencias que siempre siguen a una conversión verdadera hacia Dios. ¿Cuál es su condición?
– La santidad es el resultado inevitable de la conversión verdadera.
– ¿Se deleita usted en la lectura de la Palabra de Dios? ¿Derrama usted su corazón a Dios en la oración? ¿Se deleita usted en el día del Señor al dedicarlo a la adoración, la oración y el compañerismo cristiano? Dígame lo que un hombre hace con respecto a estas cosas y le diré si está en camino hacia el cielo o el infierno.
– Usted debería esperar muy poco de sí mismo, pero mucho de Cristo. Mire más hacia Cristo y menos hacia sí mismo.
– El cristianismo verdadero, el cual el Espíritu Santo produce en el corazón, siempre conduce a una opinión muy seria de la maldad del pecado.
– El cristianismo verdadero es conocido por sus frutos; los frutos de arrepentimiento, fe, esperanza, amor, humildad, espiritualidad, bondad, autonegación, perdón, dominio propio, fidelidad y paciencia.
– El hábito de la oración es una de las evidencias más claras de que uno es un verdadero cristiano.
– La primera señal de vida de un infante recién nacido es que respira. En la misma manera, como es parte de la naturaleza de un niño llorar, también es parte de la naturaleza del creyente orar.
– La oración es el deber cristiano más descuidado.
– La oración y el pecado jamás pueden permanecer juntos en el mismo corazón. La oración acabará con el pecado o el pecado acabará con la oración.
– Nuestras oraciones son en sí mismas débiles, pero cuando son presentadas por el Señor Jesús son poderosas.
– La diligencia en la oración es el secreto de una santidad eminente.
– Creo que aquellos que no son eminentemente santos, oran sólo un poco, mientras que aquellos que son muy santos oran mucho.
– El medio principal por el cual los creyentes han avanzado en santidad es el hábito diligente de la oración privada.
– Ningún creyente ha llegado a ser un creyente destacado sin ser primero un hombre de oración.
– Si usted desea crecer como cristiano, tiene que aprender el valor de la oración secreta.
– Es mi opinión que el retroceso generalmente empieza con el descuido de la oración.
– El descuido de la oración en la vida cotidiana y en nuestras decisiones, ha conducido a muchos creyentes a una condición de parálisis espiritual, o al punto en que Dios les ha permitido caer horriblemente en pecado.
– La oración es una de las formas más seguras para obtener felicidad y contentamiento.
En los próximos días estaré publicando las demás notas que extraje de este folleto, les invito a leerlas y compartirlas.
Fuente: Folleto titulado “Caminando con Cristo” de J. C. Ryle y publicado por Iglesia Bautista de la Gracia. Calle Álamos No. 351. Colonia ampliación Vicente Villada CD. Netzahualcóyotl, Estado de México. CP 57 710 Teléfono: (5) 793 – 0216
Simplemente fascinante edificante hombres como aquellos son los que Dios necesita en estos tiempos gracias por tus aportes.