Algunas Veces Dios Dice que No por Max Lucado
Perseverad en oración, velando en ella con acción de gracias.
Colosenses 4.2
¿Puedes imaginarte lo que sería si un padre hiciera todo lo que le piden cada uno de sus hijos durante un viaje? Iríamos llenando nuestros ya abultados vientres de heladería en heladería.
¿Puedes imaginarte el caos que se produciría si Dios fuera indulgente con cada una de nuestras peticiones?
«Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo» (1 Tesalonicenses 5.9).
Fíjate cuál es el propósito de Dios con tu vida: La salvación.
El supremo deseo de Dios es que alcances ese propósito. Su itinerario incluye paradas que servirán de estímulo en tu viaje. Él desaprueba las paradas que te desvían. Cuando su plan soberano y tu plan terrenal chocan, debe tomarse una decisión. ¿Quién lleva la batuta en este viaje?
Si Dios debe escoger entre tu satisfacción terrenal y tu salvación celestial, ¿cuál de las dos esperas que escoja?
Yo también.
En el Ojo de la Tormenta
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