De la potestad de las tinieblas al Reino del Hijo | Martyn Lloyd Jones
Por: Martyn Lloyd Jones
Hemos sido trasladados de la potestad de las tinieblas al Reino del Hijo amado de Dios. Todos nacemos como hijos de ira y en el reino del Diablo; todos somos víctimas de Satanás y nos encontramos bajo su dominio.
Pero cuando alguien se convierte en cristiano, hay un poder que lo toma y lo traslada y lo transfiere a otro Reino. Es un poder, no una teoría o una filosofía, no es un mero punto de vista. No, dice Pablo: “No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación” (Rom 1:16); nos traslada, nos lleva de una posición a otra.
En otras palabras, el cristiano es alguien al que le ha sucedido algo. Ha sido tomado por el poder de Dios. Esa debiera ser su primera característica y, por tanto, si queremos tener la certeza de si alguien es cristiano o no, de si está glorificando a Dios o no, es obvio que esa es la primera prueba: ¿somos una prueba y un ejemplo vivientes de que el tremendo poder de Dios nos ha tomado literalmente y nos ha transferido al Reino de su amado Hijo? ¿Manifestamos ese poder? ¿Tenemos vida y es patente y manifiesto este impulso de Dios y de su Hijo?
Fragmentos tomados del libro “Vida en el Espíritu” pág. 259
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