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7 realidades que atan a todo verdadero cristiano para siempre con Dios. | John MacArthur

Por: John MacArthur

Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí; pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,  y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos. Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle. (Juan 10:25 – 31 RV1960)

Repitiendo lo que dijo en el discurso del buen pastor, Jesús dijo: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen”. Los elegidos atenderán el llamamiento de Cristo para la salvación y continuarán en fe y obediencia para la gloria eterna (cp. Ro. 8:29-30).

El Señor siguió articulando la verdad maravillosa de que quienes son sus ovejas no necesitan temer perderse. Jesús declaró: “Yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre”. En ninguna otra parte, las Escrituras afirman más fuertemente la seguridad absoluta y eterna de todos los cristianos verdaderos. Jesús enseñó claramente que la seguridad del creyente en la salvación no depende de esfuerzos humanos, sino que tiene su base en la gracia, elección soberana, promesa y poder de Dios.

Las palabras de Cristo revelan siete realidades que atan a todo verdadero cristiano para siempre con Dios.

Primera, los creyentes son sus ovejas, y el deber del Buen Pastor es proteger a su rebaño. Jesús dijo: “Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero” (6:39). Insistir que un cristiano verdadero puede perderse de alguna manera es negar la verdad de esa declaración. También es difamar el carácter del Señor Jesucristo; hacerlo un pastor incompetente, incapaz de sostener a quienes el Padre le confió.

Segunda, las ovejas de Cristo solo oyen su voz y le siguen sólo a Él. Como no oirán o seguirán a un extraño (10:5), no es posible que deambulen por ahí, lejos de Él y se pierdan eternamente.  

Tercera, las ovejas de Cristo tienen vida eterna. Hablar del final de la vida eterna es una contradicción en los términos.

Cuarta, Cristo da vida eterna a sus ovejas. Puesto que no hicieron nada para obtenerla, no pueden hacer nada para perderla.

Quinta, Cristo prometió que sus ovejas no perecerán jamás. Si eso le pasara a una, Él sería un mentiroso.

Sexta, nadie —ni los falsos pastores (los ladrones y salteadores del v. 1), ni los falsos profetas (simbolizados por el lobo del v. 12), ni siquiera el diablo— es lo suficientemente poderoso como para arrebatar las ovejas de Cristo de su mano.

Y, por último, las ovejas de Cristo no sólo están en su mano, sino en la mano del Padre, quien es mayor que todos, luego nadie las puede arrebatar de su mano tampoco. La vida del creyente, infinitamente segura, “está escondida con Cristo en Dios” (Col. 3:3).

 

Tomado de “La Deidad de Cristo”.  Editorial Portavoz, p. 122 – 123


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2 Responses to 7 realidades que atan a todo verdadero cristiano para siempre con Dios. | John MacArthur

  1. Clarence Williams says:

    Que bella palabra, siempre he sostenido que la salvación de un Cristiano verdadero no se pierde y este estudio confirma mi creencia bendiciones pastor MacArhtur

  2. enrique puentes espinosa says:

    Claro que sí sí EL lo dijo es asi

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